martes, 18 de octubre de 2011

No se trata de colores.

Con este título, ya todos os imaginaréis por qué camino voy a ir. Y en eso tenéis razón. Hay demasiada poca vergüenza en este mundo. Acaso sabéis cuánto costaría erradicar la pobreza en el mundo. Supongo que no, así que os lo voy a decir. Costaría menos que la salvación de cualquier entidad bancaria. Y sabiendo ésto, me parece increíble que todavía se opte por lo segundo. El mundo se va a pique, el mundo se desmorona. Yo ya no sé si existe Dios, o si no existe, lo único que sé es que sea cuál sea el motivo por el cual estamos aquí, lo apostaría todo a que no es este. Todo está completamente desequilibrado, a punto de desmoronarse por completo... Gente pasando hambre, en la más absoluta pobreza, y otra gente preocupándose de si esta camiseta me queda bien, o si este pantalón me hace gordo o gorda. Cada día mueren más de 35.000 personas de hambre. Ésto es una injusticia. No os hecho nada en cara, yo también me repugno al pensar que me preocupo más de mi apariencia o de mi inteligencia antes que de estos temas, que donde va a parar, son miles de veces más importantes.
Ya no se trata de colores, se trata de personas. Da igual que seas de izquierdas, derechas o centro, porque el dinero te lo van a robar igual. Yo tampoco entiendo mucho de política, pero por lo poco que entiendo, sé que se están perdiendo miles de millones de euros, los cuáles nadie saben dónde están. Gente subiéndose su propio sueldo, aunque ya cobren al mes más de lo que cobraremos tu y yo en un año, y bajando el sueldo a la gente de a pie, gente que no tiene para comer y que tiene que pagar una hipoteca más elevada que su salario... Como ya he dicho, esta situación es indignante, por lo menos, a mi me indigna.
Por último quiero pensar que la gente no hace esas cosas queriendo, ya que a mi me quitaría el sueño hacer algo así. (Claro está, no todos somos iguales).
Sé perfectamente que una entrada de un simple blog, escrita por un insignificante alumno de bachillerato, no va a llegar a ningún lado, pero me gustaría pensar, que al igual que yo, mucha gente pierde el sueño por las noches debido a este tema, y que me apoya.
Si no es así, por favor, dejen de leer esto porque no les va a interesar.
A la gente que si piense como yo, les quiero decir, que no tenemos por qué aguantar esta presión a la que nos someten sin preguntarnos, las cosas no tienen por qué ser así. Y que tal vez una voz no sea oída, pero si juntamos miles de voces, nos harán caso.

domingo, 16 de octubre de 2011

Recatada, pero no

Estar loc@ o no estarlo. Esa es la cuestión.
Muchas veces la vergüenza vence nuestro impulso de parecer unos completos dementes, o por lo menos ese es mi caso. Porque yo estoy loquísima, y aunque my friends ya lo sepan, no se imaginan hasta qué punto puedo llegar a estarlo. Me doy miedo a mí misma, a veces.
Tengo casi 17 años. Quiero soltarme la melena, quizá demasiado. Pero tengo "miedo".
¿Qué pensarán los demás de mí? ¿Qué tengo que hacer?
Bueno, esta reflexión un tanto estúpida me viene de ayer, mientras esperaba en la fila para ver a Laura Gallego, en FNAC. La cosa es que vi a una pareja, cogidos de la mano,muy monos los dos. Todo normal, hasta que me empecé a fijar mejor: tenían una pinta exagerada de paletos. Y todo se confirmó cuando vi sus anillos de pureza y una gran cruz colgada del cuello de ella. He de decir que no tengo nada en contra de la religión, ni mucho menos. Pero es que me hicieron mucha gracia. Os juro que parecían sacados de una película americana, esas en las que salen los hijos de los sacerdotes protestantes.
Fue ese el momento en el que pensé: "Dios, -¿casualidad?- no quiero ser como ellos" Sinceramente, admiro su fuerza de voluntad y su fe, pero ya. Al lado de ellos, me sentía impura. Y no me sentí para nada mal. ¿Soy mala persona? No lo creo, simplemente quiero...experimentar, la única pega es que ando un poco cohibida.
Y es que quiero volverme completamente loca. Por ahora, tendré que dejar mi fiera encerrada en la jaula. Bien dormidita en la esquina de su 'prisión'.
Pero ya saldrá...Ya saldrá, y con fuerza. Que no os pille cerca.

PD: Resulta un tanto paradójico que escriba esto después de la declaración de "inocencia" de Santos.

Solo puedo decir lo siento.

Y os preguntareis que por qué este título, ¿no? Pues veréis, en mi última entrada, dejé bien claro que me gustaría volver a la infancia, para olvidarme de las preocupaciones. Pero de repente, la persona más especial para mí, me ha abierto los ojos.
No os puedo decir qué me ha dicho, ni cómo me lo ha dicho, eso no importa. Lo único que importa es que me ha hecho reflexionar sobre lo que dije en mi última entrada, y en esta quiero rectificar.
Eso de no tener preocupaciones está genial, pero siempre es bueno tener una, dos o tres preocupaciones. Miles de preocupaciones. La aventura de ser niño es preciosa, pero como acabo de decir, solo es eso, una aventura. En la vida hay miles de aventuras que no se pueden vivir siendo niño. ¿Qué sería de nosotros sin todas estas aventuras? Sí, todos sabéis a cuales me refiero... Hacerse mayor, enamorarse, casarse, ser padre, ver crecer a tus hijos, ver casarse a tus hijos... Todas estas maravillosas cosas que son preciosas cuando las vives junto a la persona que quieres, la persona que amas...
Ya solo me queda por decir, que yo ya he crecido, ya me he hecho mayor y sobretodo, ya me he enamorado.
¿Quién sabe que me deparará el futuro? Nadie. Si hubiera alguien que lo supiera, tampoco querría que me lo dijera. Ésto es lo único que sé. Ésto es lo único que quiero saber.

sábado, 15 de octubre de 2011

Infancia, un recuerdo inalcanzable.



Puede que este tema no os interese tanto como el otro, pero sé que mucha gente, muchas personas desean volver a su infancia, a revivir estos momentos tan especiales, así que... Esta entrada va por ellos.
¿Quién no ha vuelto a pasar por su guardería y al pasar por la puerta ha dicho: "Aquí venía yo"? Mucha gente lo hace. En mi opinión, la mayoría de las personas buscan un cachito de esa inmadurez que les hacía sentirse felices. algo que les recuerde que en su interior, aun siguen siendo como niños, que al estar en el jardín o en el patio de recreo, podían hacer amigos con solo robarle un poco de terreno.
Creo que todos estamos de acuerdo en que esos momentos son los mejores de nuestra vida, y que aún habiendo crecido, y aun habiendo pasado miles de momentos geniales, nunca seremos tan felices como cuando la profesora decía que era la hora del recreo, o que tocaba comerse el bocadillo. Esos momentos ya se han pasado, ya no queda nada de ellos, nada absolutamente que nos recuerde cuáles son nuestras raíces, cuáles son nuestras inquietudes, no nos queda nada.
Porque nuestra infancia es como un primer beso, demasiado corta, demasiado intensa, demasiado bonita como para que se repita dos veces.
A mí la única cuestión que me queda es por qué en este mundo supuestamente tan perfecto como asegura mucha gente, no podemos quedarnos con lo que realmente nos hace felices. Porque se dice que la verdadera felicidad se encuentra en las cosas pequeñas, y ahora, una cosa pequeña para mí es un beso, un abrazo o una caricia, que sí que me llenan, pero no hay nada como aquellos años en los que ni siquiera tenía uso de razón, y en los que no valía la pena cuidar cada detalle, en los cuales no tenía preocupación alguna, inquietudes... nada, no tenía apenas nada. Un cubo y una pala, con los que yo era la persona más feliz del mundo.
Dicen que cuando estás a punto de morir, cuando tienes la muerte frente a ti, frente a tus ojos, pasa toda tu vida por delante de ti. Todos tus momentos felices, todas las personas especiales que han habido en tu vida, todas las peleas, riñas, abrazos, besos, caricias, señas, y muchas cosas más, aparecen delante de ti para recordarte que no van a volver. Y ahí, queridos amigos, ahí es donde realmente te das cuenta de la poca importancia que tienen los problemas, de lo poco que importa todo.
Yo con esto no quiero deciros ninguna otra cosa salvo que infancia solo hay una, y que ya que yo he desaprovechado la mía, no hagáis lo mismo con la vuestra, porque os vais a arrepentir. Y para concluir, solo quiero deciros que no dejéis pasar ninguna oportunidad de vuestra vida, porque al igual que la infancia, las oportunidades solo se te presentan una vez.

viernes, 14 de octubre de 2011

De 'ositos' y 'pupetes', va la vida

Los amigos están ahí, quieras o no. O por lo menos los que merecen la pena.
Y así empieza mi primera entrada en este blog de "ositos" y "pupetes"-por mi parte. Seguid, seguid leyendo...
Los amigos, esa gente con la que posiblemente has crecido y has pasado los mejores o los peores momentos de tu vida. Pero también son esas personas que has conocido hace poco tiempo, pocos años; pero que se han hecho un hueco en tu corazón.
En mi caso, mis amigos son mi familia. ¿Por qué? Bueno, es simple. Cuando no tienes primos, abuelos, tíos cerca, son 'lo que hay'.Y la verdad es que, visto así, suena bastante mal. Quizá no sea la persona más efusiva del mundo, ni la más cariñosa...Pero, aquí dentro -puño en pecho-, lo siento así. Esto se está convirtiendo en una completa declaración de sentimientos: espero no ponerme muy "empalagosa".
Me estoy desviando un poco del tema que, en concreto, quiero tocar.
¿Cómo decirle a un amigo "adiós, muy buenas"? Últimamente me ronda por la cabeza esta hipotética idea. Muchas veces me han dicho que los voy a abandonar, que poco me queda en este sitio (refiriéndome a mi círculo íntimo en todo momento). Pongámonos en el caso de que así fuera. ¿Qué dices en ese momento?¿Cómo les explicas la situación? Extrañamente, salen dos lados de ti, o por lo menos yo reaccionaría así.
Por supuesto, te sale un alma egoísta que lo único que desea es que lloren e imploren por ti.Casi al límite de dar lástima. El típico ¡no, no te vayas!...Pero, por otro lado, no quieres que la gente que tanto aprecias se preocupe por ti, ni sienta pena por tu partida. El "siempre estaré ahí, pase lo que pase".
He de decir que esto lo tengo asumido desde que empecé a pensar con un poquito de madurez. Doy por hecho que alguna vez me tocará ponerme en el lugar del amigo que se va, pero no sé cuando. Quizá pasen años, quizá no. Me cuesta pensar en ese día, pero para mí es prácticamente una realidad lejana.
Pero, por ahora, toca disfrutar. Disfrutar al máximo con mi gente.
Con mi familia. 

Para mis "pupetes" <3

El sol nos ciega de la realidad.

No voy a empezar esto con la típica de presentación "Hola, me llamo Fulanita". No. Mi nombre lo podéis leer abajo.
Os quiero hablar de una serie de cosas que, seguro, todos hemos sentido o sentimos en estos momentos. Os haré una leve descripción de los hechos de los que hablo: Primero, sorpresa, segundo, ira, tercero decepción... Sí, os estoy hablando de esa sensación de cuando un amigo te falla, te critica a las espaldas, e incluso es capaz de alardear de ciertas cosas. Bien. No dudo de que a alguno de nosotros nos ha pasado, ¿verdad?
En mi (o nuestro) instituto la falsedad es algo de moda, algo que prácticamente se lleva puesto con la ropa interior. Muchos, entre los que me incluyo, hemos tenido ese "conocido" o "compañero de clase" que normalmente es popular dentro del "estatus" estudiantil. Hablas con él amablemente, os saludáis, jiji, jaja, te dejo los deberes (tú a él o a ella, por supuesto), y despuééééééés, te clava el cuchillo traicionero. Es decir, te putea. ¿Que si lo entiendo? Realmente, no. O sea, ¿te sientes más guay o mejor persona por humillar a alguien que, generalmente, es bueno contigo? ¿Te sientes importante? ¿Te sientes bien? Todo esto cuando esa determinada persona no te ha hecho NADA MALO NUNCA.
Esto es sólo un pequeño ejemplo para pasar a lo que nos incumbe de verdad. Si el anterior caso suele doler (a unos más que otros), imagínate cuando esa persona es un amigo. Pero ya no hablamos de alguien a quien le dejas los deberes ocasionalmente, me temo que no; hablamos de alguien que ha estado en tu casa, que se ha hecho "contrapicaos guapos guapos" contigo, a quien has invitado al cine, a cenar, al bus, a quien has confiado tus (mayores o no) secretos... y una infinidad de cosas más. ¿Y qué pasa, si de repente, te enteras de que esa persona te falla colosalmente? Yo creo que es uno de los peores sentimientos del mundo. Y te sientes sorprendido, triste, decepcionado, pero, al final, tienes que disimular; y cada vez que saludes te recordará ese momento, y cómo te falló. Algunos explotaremos, otros callaremos, puede que alguien corte totalmente esa relación. Depende de cada persona, claro está.
Lo que también quiero abordar, es ¿por qué existe la falsedad? Al principio, lo que he planteado, es que si alguien te cae mal y esa persona es agradable contigo, lo mínimo que puedes tener es EDUCACIÓN. En este caso más grave, ¿por qué eres amigo de esa persona si luego vas a criticarla descomunalmente? Porque bueno, que digas algo sobre una actitud en concreto... pero, ¿todo el rato? Y encima, ¿aprovecharte? Es una de las actitudes más MISERABLES, RUINES y DEGRADANTES que existen en este mundo. Reconsiderad lo que estoy diciendo todos aquellos que lo hacéis.

Espero que tengáis en cuenta que esto es simplemente mi opinión, y que me encantaría leer vuestros comentarios. Cualquier aporte al respecto será bienvenido.
Vuestra,
Osita Vengativa.

Sexo (Seguro que todo el mundo lo lee con este título)

Buenas tardes, me llamo Santos y aun habiendo sido el último en registrarme en este blog, del cual hace cinco minutos no tenía ni la más mínima idea de su existencia, voy a ser yo quien publique su primera entrada.
¿De qué puedo hablaros? ¿Del amor? ¿Del sexo? Ya sé, os hablaré del amor y el sexo al mismo tiempo.
Para empezar quiero decir que tengo una gran experiencia sexual, ya que me he acostado con muchas mujeres (ESO ES MENTIRA).
¿Qué pensais acerca de acostarse con una persona? Siento hacer tantas preguntas pero es mi forma de expresarme. Bueno, volviendo al tema principal, acostarse con una persona está muy bien, ya sea del sexo contrario o de tu mismo sexo. El problema aparece cuando te acuestas con una persona que no es tu pareja y/o una persona a la que no conoces. ¿Por qué? Pues la respuesta es muy sencilla y viene de la mano de la pregunta. Precisamente por eso, porque ni es tu pareja, ni la conoces.
Yo de vosotros no me haría caso, ya que supongo que no os importa nada de lo que diga un chico al que no conoceis de nada, que escribe cosas absurdas en un blog, pero yo sinceramente si me voy a hacer caso, y voy a esperar a que llegue una persona especial.
Y recordad, ya sea con un desconocido o con la persona a la que queréis de verdad, utilizad siempre precauciones, porque mas vale condón en mano, que al cabo de nueve meses, un enano ;)